Los secadores de manos son una inversión única, mientras que las toallas de papel tienen que ser compradas periódicamente.
Las toallas de papel ocupan más espacio que los secadores de manos, por lo que se necesita más espacio de almacenamiento y más costos de transporte.
Las toallas de papel generan más residuos que los secadores de manos, lo que implica mayores costos de eliminación.
Los secadores de manos no requieren cambio de papel o reposición constante, lo que implica una reducción en el tiempo de trabajo de los empleados.
La mayoría de los secadores de manos modernos tienen un bajo consumo de energía, por lo que su uso implica un ahorro en facturas de electricidad.
